Introducción
La predicación cristiana se basa en las Sagradas
Escrituras. La Biblia es el texto básico para toda persona interesada en el arte cristiano de la predicación. La iglesia entiende que Jesucristo es la palabra de Dios hecha carne (véase Juan 1.1 y 1 Juan 1.1) Y que la Biblia es la palabra de Dios escrita por personas inspiradas por el Espíritu Santo.
Esta lección introduce un concepto que puede ser nuevo para el lector: la predicación bíblica. El objetivo de la lección es definir este concepto de manera detallada, ofreciendo criterios que permitan determinar si un sermón es verdaderamente bíblico. También se propone fomentar el estudio y la práctica de la predicación bíblica en nuestras congregaciones.
Conceptos
La predicación bíblica es aquella que toma una porción de las Sagradas Escrituras como punto de partida para el sermón. Su propósito principal es interpretar el mensaje del texto a la luz de la realidad y las necesidades de los oyentes de hoy. La predicación bíblica se produce cuando el contenido, la función y la forma del texto moldean el contenido, la función y la forma del sermón. En otras palabras, la predicación es bíblica cuando el sermón está diseñado en forma coherente con el pasaje bíblico que le sirve de base.
Un sermón es bíblico cuando su contenido corresponde al contenido del texto que intenta exponer.
Para poder interpretar adecuadamente el contenido de un pasaje de la Biblia es necesario prestar atención a tres elementos primordiales:
1. El contexto social e histórico: ¿En qué época fue escrito el texto? ¿Qué comunidad lo produjo? ¿A qué comunidad o persona en particular estuvo dirigido originalmente? ¿Cuál era la situación social e histórica de estas comunidades religiosas?
2. El mensaje: ¿Qué dice el texto? ¿Cuál es su argumento? ¿Cuales son las ideas y los conceptos teológicos clave del pasaje? ¿Cómo podemos interpretar esta porción de manera válida? ¿Cuál es el mensaje del texto para nosotros hoy?
3. El estilo literario: ¿Es un texto narrativo, poético o discursivo? ¿Qué imágenes literarias em-plea? ¿Qué elementos del texto deben interpretarse de manera figurada?
4. Un sermón es bíblico cuando su función corresponde a la función del texto que le sirve de base. Es decir, un sermón bíblico busca producir en el oyente un efecto similar al del texto. Un texto puede con-solar, exhortar, desafiar, edificar, llamar a la fe, etc.
La predicación bíblica trata de discernir el propósito del texto y se esfuerza para que el sermón tenga un propósito similar. Por ejemplo, el libro de Apocalipsis fue escrito con el propósito de consolar a los cristianos que padecían la opresión del Imperio Roma-no. La intención del texto es alentar a la audiencia, llamándola al compromiso con el Dios amoroso y liberador que se ha revelado en Jesucristo. Un sermón sobre Apocalipsis debe tener, pues, el propósito de alentar y consolar a la iglesia. Un sermón basado en Apocalipsis que provoque miedo en los oyentes traiciona la función del texto.
Un sermón es bíblico cuando su forma corresponde a la forma del texto. Es decir, un sermón bíblico toma en cuenta la estructura literaria del pasaje bíblico que intenta exponer. La estructura de un texto bíblico es muy importante, ya que es imposible separar la forma y el mensaje de una porción bíblica. De hecho, por regla general, la forma aclara el contenido. Por ejemplo, si casi todas las parábolas tienen un final sorpresivo: El esposo llega cuando menos lo esperan (Mt 25.10); el samaritano se compadece del judío herido (Lc 10.33-35); y el publicano es justificado (Lc 18.14). Todo esto habla de la sorpresa que causa la revelación de Dios en Cristo. En el reino de Dios todo es novedoso. Aquí vemos claramente cómo la forma y el contenido van de la mano. Un sermón sobre una parábola que tenga un final sorpresivo será más impactante que un sermón con un final obvio y evidente.
En resumen, la predicación es verdaderamente bíblica cuando el sermón es un reflejo fiel del con-tenido, la función y la forma del texto que le sirve de base. La tarea, pues, de la persona que predica es dejar que Dios hable a través de la exposición del mensaje bíblico. Sólo entonces las personas tendremos la oportunidad de encontrarnos con el
de Dios.
Señor de la vida en la proclamación de la palabra.
Ejercicio #3Los géneros literarios
En la literatura bíblica se emplean varios géneros literarios, tales como:
1. Textos narrativos: Cuentan la historia de los orígenes del mundo, del pueblo de Israel, la vida de Jesús, y el desarrollo de la iglesia primitiva. Los evangelios, que comúnmente se consideran como un género aparte, contienen gran cantidad de material narrativo.
2. Textos legales: Este tipo de literatura recoge las leyes que gobernaban la vida comunitaria y el culto a Dios en Israel.
3. Textos poéticos: La Biblia está llena de fragmentos y composiciones poéticas, tales como proverbios, salmos y elegías, entre otras formas poéticas.
4. Textos discursivos: Tanto los libros proféticos del Antiguo Testamento como las epístolas del Nuevo contienen textos discursivos. Del mismo modo, los libros históricos incluyen fragmentos de discursos y de sermones.
5. Textos apocalípticos: Es un género complejo que combina la historia, la poesía, y la profecía. Es el género literario más difícil de interpretar en toda la Biblia.
Podemos encontrar porciones apocalípticas en los libros proféticos, en los evangelios y en el libro de Apocalipsis.